RETOUR ACCUEIL

 

Vista general de la gran Biblioteca de Henri Ey, salon de recepción y lugar de trabajo y de meditación, los estantes de madera obscura atesoran cerca de 7.000 obras y revistas científicas.

A la derecha el hogar, enfrente los sillones y el sofá de cuero cubierto con una capa de lana realizada en el secreto de su delirio por un pensionario de Bonneval. Mas lejos: amplias mesas de trabajo; las ventanas dan a la calle; detrás nuestro, puertas-ventanas sobre un gran balcón que domina el jardín. 

El escritorio de trabajo del Maestro de Bonneval. Aún hoy pueden verse los documentos (paquetes de fichas y diversos libros) utilizados para la elaboración de un libro sobre Criminologie et Psychiatrie en preparación en 1977.

La puerta-ventana da sobre el gran jardín. Desde el balcón, la vista se extiende sobre los viñedos de Banyuls dels Aspres, los contrafuertes de los Aspres y el Mont Canigou tan apreciado por los catalanes. A la izquierda, la vista alcanza los Albères, cadena fronteriza con España, el col du Perthus, los altos de Ceret y el Vallespir. 

Vista del escritorio de trabajo; al fondo, a la derecha, la gran puerta de entrada y a la izquierda la puerta con molduras abre al "pensoir". 

 

Al lado del escritorio, una de las grandes mesas de trabajo de la Biblioteca. Al fondo el sector de la Biblioteca que contiene sus obras encuadernadas y una colección de obras antiguas provenientes de su familia.  

 

Lo que Henri Ey llamaba sonriendo "sus obras", fueron encuadernadas en los ateliers de laborterapia de Bonneval. Renée Ey trabajaba también en dicho atelier de encuadernación. Esos diez volúmenes contienen una parte de las Separata de sus artículos de 1926 a 1972.

 

Vista del "Pensoir", encantadora piecita con una cama, reserveda a la lectura de historiadores, filósofos, místicos y de Fabre, el delicioso entomologista, así como a la pintura, la meditación y la colección de cajas de cigarros... 

 

En el "Pensoir", en lo alto de la estantería: Icono y cera blanda a la S.Dalí! Religión, barroco y surrealismo están intimamente ligados en cataluña. En el Roussillon los retablos barrocos se cuentan entre los mas hermosos de Francia (Collioure, Baixas, Prades,...).

Y aunque H. Ey rechazaba las "extravagancias" del Surrealismo, frecuentaba a menudo las playas milagrosas de Port Lligat en donde reinan los huevos de acero que adornan la casa del Maestro catalán. Nos fué dado de encontrar H. Ey en Cadaqués, pueblo blanco al reparo del Cap Creus, en la atmósfera convivial y apacible de ése rincón del mundo, cigarro y "bigatanas" (alpargatas típicas entrelazadas en la pantorrilla), frente al mar.

 

En el "Pensoir", en lo alto de la estantería: colección de cajas de cigarros!

 

 

 

 

 

 

 

RETOUR ACCUEIL